sábado, 15 de septiembre de 2007

¡PERDÓN MAMÁ… VUELVE!

Era 4 de febrero del 2004, *Carolina Gómez se preparaba para asistir a su primer día de clases. La emoción y la ansiedad la invadían, no sólo por ver de nuevo a sus compañeros si no por que ese día empezaba el último año de su colegio, iniciaba 11ª, el grado mas soñado por los alumnos.
Bajó rápidamente al comedor, su madre le tenía el desayuno preparado, su padre ya estaba listo para irse a la oficina. Caro- como le decian- saludó fríamente a sus padres como acostumbraba, su madre la vió con ojos llenos de amor y cariño, pero ella evadió su mirada y a pesar de su alegría, intento demostrar que era un día como lo otros, y que entrar otra vez no la hacia muy feliz.

Carolina nació en noviembre del ´87 en Villavicencio, era hija única, su madre *Elsa y su papa *Francisco, no pudieron tener mas hijos, pues el primer parto fue complicado y si quedaba embarazada de nuevo podría morir ella o el bebe, así que decidieron dedicarse a esa pequeña que habían tenido con tanto esfuerzo y luchar para que nunca le faltara nada.
A las 7:15 a.m. pitó la ruta, Caro simplemente dijo adiós, dejando a su madre con los brazos estirados y a su padre con ganas de darle la bendición. Pero no le importó.

Desde que entro a la adolescencia cambió su comportamiento, se volvió rebelde, grosera, y muy tosca con sus padres. Elsa y francisco pensaron que seria algo pasajero pues es lógico que un adolescente empiece a alejarse de sus padres, para andar con sus amigos, rumbear, pasarla rico etc.. Pero la su actitud los lastimaba, sobre todo a su mamá que trabajaba mucho y soñaba con llegar en las noches, poder abrazarla y llevarle algún chocolate o dulce que su chiquita adoraba.

El bus llego al colegio a las 7:30am como siempre, el día no tuvo nada de diferente al de los años anteriores. Se realizó la izada de bandera, la distribución de cursos y de salones. Afortunadamente quedó todo el curso que venia desde 6to de bachillerato., los compinches, las roscas y los de toda la vida otra vez juntos.

La jornada transcurrió normal, a las 3pm sonó el timbre, ya se podían ir a casa. Carolina salio con sus grupos de amigas, y para su sorpresa estaba su madre afuera, había pedido la tarde libre para estar un rato con ella, hablar sobre su relación, pues Elsa no soportaba estar lejos de su hija y que no confiara en ella. Su actitud fue muy reacia, se disgustó, le dió pena, fastidio y mamera, no entendía para qué su madre estaba ahí si ella tenía ruta.
Las amigas de Carolina la regañaron por su actitud, y le reclamaron por no aprovechar esa hermosa mujer que la amaba y que la había traído al mundo. Sin embargo no presto atención, se fue obligada a hablar con su mama, sin pensar en que ese día seria la última vez que podría hablar frente a frente con ella, con esa señora cansona, regañona y cantaletosa que daba la vida y lo que fuera por verla feliz.
Finalmente se fueron a almorzar a kokorico el sitio favorito de las dos, allí Elsa trato por todos los medios para que su pequeña confiara en ella y le explicará el por qué su actitud, qué le molestaba, quería que le diera alguna razón de su comportamiento. Todos sus esfuerzos fueron en vano, por el contrario consiguió molestarla. Ya eran las 6 de la tarde, pasaron 3 horas y no logró absolutamente nada, era momento de volver a casa y encontrase con su papa.
A las 7pm llegaron a casa, Francisco le tenía la razón a Elsa que la operación de la vesícula, pospuesta en varias ocasiones había sido programada para 2 días después, es decir el 6 de febrero. Caro escuchó sin mucho interés.

Al día siguiente 5 de febrero, hizo todo lo posible para no llegar a casa, pues no quería ver a su mamá que seguramente iba a estar intensa por la operación. Estuvo jugando volleyball toda la tarde con sus amigas. A pesar de que todas le insistieron que fuera a estarse con su madre, se negó.

El 6 de febrero era un día soleado, hacia un calor insoportable en Villavo. Estaba en pleno verano y el sol era picante y enceguecedor. Desde muy temprano Elsa y Francisco se prepararon para estar temprano en la *clínica del Rosario donde seria intervenida quirúrgicamente a las 10 a.m.

Siendo las 7:30am Carolina se despide de beso en la mejilla de su mamá. Algo la impulsa a darle un abrazo y verla detenidamente. De pronto siente que esta actuando muy cursi y se va para el colegio. Empieza a caminar lentamente, como si dejara un pedazo de su vida y siente un vacío en su estómago. Voltea a ver y su madre sigue ahí viéndola alejarse, del rostro de Elsa salen unas lágrimas, no se puede contener, le entristece saber que no verá a su “pequeña” en varios días, pero Francisco la abraza asegurándole que todo saldrá bien y que después habrá tiempo para arreglar los problemas.

Elsa llegó a la clínica. Una enfermera de 25 años, joven y muy bien arreglada la atendió. Muy amablemente la hizo seguir a su cuarto ubicándola y dándole la suficiente confianza para que se tranquilizara. Se despidió de su esposo con un abrazo fuerte y duradero, Francisco también sintió la misma sensación que su hija. En su estómago había un sentimiento raro, un mal presentimiento... pero igual lo ignoró y le sonrío para darle paz.

La operación programada a las 10 a.m. inicia a las 11 a.m. por un retraso del doctor, *Diego jaramillo. Todo comienza sin contratiempos y así termina.
Elsa es trasladada al cuarto de recuperación donde pasa las primeras horas de la noche profundamente dormida por la anestesia.
A la 1 a.m. Carolina se levanta asustada de su cama, no entiende por que se siente así pero igual cierra los ojos y sigue durmiendo. Al otro lado de Villavo, y a la misma hora está su mamá en el piso. Intentór levantarse para entrar al baño, pero no tuvo la fuerza suficiente para sostenerse y se cayó. La noche pasa, mientras Carolina duerme bajo sus cobijas, Elsa esta en el suelo, inconciente y con un hematoma en la cabeza.

Las enfermeras olvidaron pasar a revisar la evolución de la recuperación, solo entran a las 6 a.m. del día siguiente. Al encontrar a Elsa en ese estado, rápidamente se comunican con el doctor, la chequean de pies a cabeza y se dan cuenta que no solo tiene el hematoma en la cabeza y unas heridas en la cara si no que el medico que la operó con láser, le perforó la vesícula y otros órganos equivocadamente.

Diego Jaramillo era un hombre reconocido en Villavicencio, un “excelente doctor”. Sin embargo, tras este incidente salio a la luz la verdad. Jaramillo no tenia estudios ni conocimiento en la practica de operaciónes con láser. A pesar de no tener el titulo ya había operado bajo este tecnología y también había tenido varios problemas, uno de ellos ocasionándole la muerte a un niño de 12 años, 3 meses antes de la operación de Elsa.

Los médicos la intervienen, tratando de evitar que la bilis se siga regando por todo el cuerpo y que los órganos se continúen destruyendo con este ácido.
Mientras tanto, Carolina se levanta tranquila, ya está lista par ir al colegio, su padre sin saber que esta sucediendo, le afirma que su madre está bien, la operación fue un total éxito y al día siguiente la tendrán en casa.

Francisco llega a la clínica a las 10 a.m., sin ni siquiera pensar de lo que esta apunto de enterarse. Al poner un pie en el cuarto de Elsa y no verla se da cuenta de que algo anda mal. A las 12 del día alguien le da razón de su esposa, le informan que esta muy grave y que tiene solamente 10% de vida, que solo un milagro podrá salvarla.
Inicialmente francisco le hecha la culpa a las enfermeras por descuidar a su mujer, pero finalmente logra entender que Elsa está a un paso de la muerte es por la negligencia del doctor. Gracias al incidente de la noche , la revisaron pues de no ser así, hubiera podido morirse lenta y silenciosamente.

Ese 6 de febrero Carolina es sacada de clase de ingles a las 2:30pm faltando media hora para terminar la jornada de estudio. El coordinador con una cara de preocupación y tristeza le informa que su padre la espera en la sala de reuniones. “Algo anda mal” piensa. Todo lo confirma cuando su papá le dice que su mamá esta muy grave y que es mejor que la vaya a ver.
Ella como siempre, aparenta tranquilidad, pero por dentro la incertidumbre y el dolor la están matando. Sabia que algo iba a pasar, sabia que su madre se podría ir en cualquier momento. Las preguntas y culpas empiezan a rondar en su cabeza. ¿Por qué no aproveché el tiempo con ella?, ¿por que no le dije te quiero cuando pude? ¿Por que no la abrasé y le di un beso de agradecimiento por esos detalles, desayunos, regalos y sobre todo por soportar mis pataletas? Ahora Dios se la estaba llevando por mi culpa, por ser una mala hija, ella no merecía estar aquí con un ser tan despreciable como yo. Todas estas frases recorrieron su mente rumbo a la clínica.

A las 4pm, Carolina y su padre entran para ver a Elsa. La imagen de esa mujer fuerte, saludable, y sonriente había desaparecido, solo había una señora que parecía tener 50 años, muy delgada y acabada, no tenia conocimiento, estaba pegada a infinidad de tubos que ni siquiera dejaban verla. Era increíble como en 3 días su madre se había convertido en nada. A partir de ese momento Carolina juró no volver a tratar mal a sus padres y recompensarles todo ese tiempo perdido. Prometió decirles miles de veces cuanto los quería, abrazarlos y respetarlos.

Las semanas fueron pasando y Elsa no logró recuperarse, terminó febrero, pasó volando marzo y Elsa aún seguía allí, postrada en esa cama sin despertar. Carolina seguía rogándole a Dios para que le diera la oportunidad de tener a su madre y darle la felicidad que se merecía. Francisco seguía trabajando, tratando de concentrarse en pagar las cuentas de la clínica, oyendo consejos para demandar al doctor, pero su alma y su corazón estaban con su esposa, esa mujer que lo había hecho tan feliz y que le había dado esa hija tan maravillosa.

Abril se fue tan rápido que Caro no tuvo tiempo de prepararse para los finales en el colegio. No obstante su prioridad era su mamá, pues pensaba que no importaba si tocaba repetir un año, pero no quería perder a su mamá.
El 4 de mayo, hubo una reunión en la clínica con Francisco y el médico. Jaramillo le pidió mil disculpas, acepto el error y su negligencia. Carolina no soportó el dolor y se dejo llevar por la rabia. Le dijo que aunque aceptara su equivocación eso no iba a devolver a su madre, y que por su negligencia ya había asesinado a 2 personas. Esas palabras fueron más hirientes que quitarle la licencia o mandarlo a la cárcel.

Carolina tranquilizaba a su padre y él la consolaba a ella, ambos se animaba, pero los dos eran concientes que como se había dicho desde el principio, solo un milagro haría que Elsa se recuperara. Faltaban 4 días para el día de la madre, Caro entró a visitarla y le rogó que se despertara, la necesitaba, quería celebrarle su día como se lo merecía, con unas rosas o claveles que eran sus favoritas. La madre lo único que hizo fue mover lentamente el dedo meñique pero su cuerpo no daba más

Durante los días 5, 6, y 7 de mayo al parecer los signos vitales mejoraron, Carolina y Francisco contemplaban la posibilidad de que Dios los hubiera escuchado y podrian estar todos juntos el día de la madre.
El 7 de mayo del 2004 en la noche Elsa empeoró, el hígado ya había colapsado, al igual que sus riñones y sus pulmones, el porcentaje de vida era de 2%. No había vuelta atrás, debía partir, debia irse.

Carolina y su padre hablaron, llegando a la conclusión que tal vez Elsa aun seguía con ellos por todo lo que le decían, y que se había aferrado a la vida para no irse y darle la oportunidad a su hija de recompensarla... Pero todo se le había salido de las manos, aunque queria su cuerpo no le respondia, no pudo abrir los ojos en esos 3 meses. Ya era hora de dejarla descansar. No habia nada por hacer.

Esa misma noche a las 9pm entraron juntos a verla. La cogieron cada uno de una mano y le dijeron que se fuera tranquila, que ambos se iban a cuidar, iban a continuar con esa hermosa familia que gracias a ella existía. Carolina lloró como nunca y le pidió perdón, le dijo que la amaba, que algún día iba poder entregarle todo ese amor que escondió durante todo ese tiempo y que nunca más desperdiciaría las oportunidades y mucho menos el amor de las personas. A las 9:20pm terminaron de hablar, ambos lloraban desconsoladamente. Elsa saco sus últimas fuerzas les apretó la mano y una luz apareció en el cuarto, una paz invadió el lugar y de pronto el alma de ese cuerpo partió de este mundo para no volver. Carolina y francisco se abrazaron y asumieron lo sucedido, el destino estaba escrito y era irremediable.

El 8 de mayo del 2004 día de la madre, momento soñado por Carolina para consentir a su mamita y darle las flores que le había comprado nunca llego. Estuvo el día en el cementerio. Los claveles y las rosas rojas que quería entregarle con el abrazo, beso y el te quiero que nunca le dijo, tuvo que ponerlas en cima del ataúd y ver a su madre desaparecer en un cajón de madera, oscuro y frío donde quedaría por el resto de la vida y donde Carolina ya nunca podría buscarla, verla ,ni abrazarla, solo podria decirle: “ Perdon mamá, vuelve”.

*Los nombres fueron cambiados
por solicitud de las personas


Imágenes:
http://www.zonalibre.org/blog/mitribuurbana/archives/mama.jpg

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Nota: Artículo presentado en octubre del 2005 para Mónica Baquero, en clase de Taller de Redacción II.

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